EL TRINOMIO: VERDAD - EVIDENCIA – CERTEZA

EL TRINOMIO: VERDAD - EVIDENCIA – CERTEZA

Ya se ha visto que el problema del conocimiento es, en gran parte, enigmático. El hombre es conciente de su limitación y de que la realidad que pretende conocer y dominar es múltiple y compleja. Frente a esto hay que preguntar: ¿Puede el hombre conocer la verdad? o, ¿Qué es la verdad?. 

Verdad 

Es la adecuación de la cosa (ser) y el entendimiento (ent); hay una identificación entre ellos, en la que el ser rige al entendimiento, y no a la inversa. Las cosas no son como son porquen nosotros así lo pensemos. Todo mundo habla, discute y quiere estar con la verdad, pero ningún mortal es dueño de ella, ya que el problema de la verdad radica en la finitud del hombre de un lado, y en la complejidad y ocultamiento del ser de la realidad, del otro. 

El ser de las cosas y objetos que el hombre pretende conocer se oculta y se manifiesta bajo múltiples formas. Aquello que se manifiesta, que aparece en un momento dado, no es ciertamente la totalidad del objeto, de la realidad investigada. El hombre se puede apoderar y conocer aquel aspecto del objeto que se manifiesta, que se impone, que se devela, y esto en cuanto humano es imperfecto, pues no entra en contacto directo con el objeto, sino apenas con su representación e impresiones que causa. 

Pero toda la realidad jamás podrá ser captada por un investigador humano, y tal vez ni todos juntos alcanzarán un día a develar todo este misterio. Esto, sin embargo, no invalida el esfuerzo humano en la búsqueda de la verdad, en procura incansable de descifrar los enigmas del universo. La verdad es pues el encuentro del hombre con el develamiento, con el desocultamiento y con la manifestación del ser. El ser de las cosas se manifiesta, se torna traslúcido, visible a la percepción, a la inteligencia y a la comprensión del hombre. 

Error 

Muchas veces ocurre, sin embargo, que el hombre, llevado por ciertas apariencias y sin el auxilio de instrumentos adecuados, emite juicios precipitados que no corresponden a los hechos ni a la realidad; aparece así el error. Error es, entonces, afirmar lo falso como verdadero, o hacer un juicio falso acerca de lo que se ignora. En el error hay una inadvertencia, es decir, una falta de reflexión, o a veces un razonamiento incorrecto que conduce a una conclusión falsa. 

Certeza 

La certeza es el estado del espíritu que consiste en la adhesión firme a una verdad, sin temor de engaño. La inteligencia juzga firmemente, removiendo el temor de que sea verdadero lo contrario de aquello a lo que se asiente. Si el objeto se devela o se manifiesta con suficiente claridad, se puede afirmar con certeza, esto es, sin temor de engaño, una verdad. 

Evidencia 

La verdad solo resulta cuando existe evidencia, y ésta es manifestación clara, es transparencia, es desocultamiento y develamiento del ser. En torno de aquello que se manifiesta del ser, se puede formular una verdad. Pero como de un ente no se devela todo, no se puede hablar arbitrariamente sobre lo que no se ha develado. La evidencia, el develamiento, la manifestación del ser es pues criterio de la verdad; es pues la presencia de una realidad como inequívoca y claramente dada. 

Duda 

La duda es un estado de equilibrio entre la afirmación y la negación; el intelecto fluctúa entre una y otra, sin inclinarse más a un extremo que al otro. La duda es espontánea cuando el equilibrio entre aquellas resulta de la falta de examen del pro y del contra. Hay suspensión del juicio mientras no exista la evidencia que el asunto en cuestión requiere. La duda reflexiva es un estado de equilibrio que permanece luego de las razones en pro y en contra. La duda metódica consiste en la supresión ficticia o real, pero siempre provisional del asentimiento con una afirmación tenida hasta entonces por cierta. La duda universal consiste en considerar toda afirmación como incierta. 

Opinión 

Se caracteriza por el estado del espíritu que afirma con temor de engañarse, de tal manera que las razones en contra no dan certeza. El valor de la opinión depende de la mayor o menor probabilidad de las razones que fundamentan la afirmación. La opinión puede, algunas veces, asumir las características de la probabilidad matemática. 
Conjetura 

Ligeramente diferente de la duda, es la tendencia a dar un juicio, motivada por algún signo todavía muy leve para determinar el acto del entendimiento. 
Ignorancia 

Privación de un conocimiento para el que se posee naturalmente aptitud. 
(Ver figura 1). 


Figura 1. El problema de la verdad.



Tomado de A.L. Cervo y P.A. Bervian, Metodología Científica, MacGrawHill, México.

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