EL ARTE RELIGIOSO TRADICIONAL Y EL ARTE PROFANO, MODERNO Y CONTEMPORÁNEO
EL
ARTE RELIGIOSO TRADICIONAL
Y EL ARTE PROFANO,
MODERNO Y CONTEMPORÁNEO
ALICIA SUSANA OCAÑA ELIZALDE
Aunque
existen miles de obras de carácter devoto, la religiosidad tradicional del arte
va más allá de la forma, expresión, color o lógica imaginaria. Aunque en ella
se presenten símbolos religiosos no
todas tienen esta característica, ya que existen ciertas prácticas sociales que
llevan a la mitificación de la obra y
no son propias al hombre moderno.
En
el arte religioso tradicional la obra es realizada con el fin de insertarse en el ritual mágico o místico. Todos
los objetos estéticos que se producen en
las culturas premodernas tienen su base en la función religiosa y todas las
actividades están sumergidas en ello, por eso es difícil distinguir entre lo
que tiene un sentido religioso y lo que no.
En
estas civilizaciones la religión vive en
conjunto y domina las otras
esferas de la vida social, por lo que cada
actividad, utensilio u objeto de la
sociedad se asocia al ámbito mitológico
y ritual. Por ejemplo en la cacería existían formas rituales para el éxito de
la caza o el culto a Chicomecóatl, donde los altares de las casas se adornaban
con maíz y en los templos se bendecían las semillas, en sacrificio una muchacha
se le ofrecía decapitada y con la piel desollada se vestía un sacerdote.
El
orden social se construía en los cimientos de las creencias religiosas y la
existencia humana giraba en torno a las necesidades de los dioses. Los mitos erigían el orden social. Las jerarquías, instituciones, relaciones sociales o el entorno encontraban explicación o sentido en las tradiciones.
Se
creía en el destino y los actos que hacían los seres humanos tenían que seguir
el designo divino. En los mitos se hallaban las herramientas de conocimiento
para dar forma y sentido al cosmo, los sacerdotes o chamanes los conocían a través de los mitos.
La
forma estética de los objetos de culto simboliza la dimensión sagrada que
sustenta todo lo que vive. Por ello existe
unidad entre la forma y el significado,
con un contenido que trasciende de lo visual y se transforma dependiendo
de lo que encarna.
Debido
a que solamente son conocidos por sociedades, el arte tradicional solo tiene
sentido cuando se encuentra dentro del campo semántico que comprende el
conjunto de prácticas rituales y mitológicas de cada cultura, es en este
conjunto estructurado de relatos míticos donde se constituye el arte tradicional.
Por
ello la función de la obra es revelar el sentido espiritual de la narración
mítica para que los miembros de la comunidad puedan elevarse en una forma superior de vida. Es así como el creador de los objetos de arte
debe dominar el oficio pero también las doctrinas que rigen lo sagrado. En
algunas comunidades el proceso de aprendizaje para la creación de objetos es un
proceso espiritual, religioso y técnico.
Todos
los miembros de una comunidad contaban con el mismo significado de los objetos
producidos. Por lo que todas las manifestaciones tenían un sentido comunitario
que integraba a los miembros en una cultura común y los unía como sociedad.
Entre
los niveles de comprensión en varias culturas aparecen dos esferas de
comprensión, la de los conocimientos superficiales y otra más profunda. Octavio Paz distingue tres vertientes en
México, los que hacen objetos de uso diario, principalmente de arcilla o
materias frágiles y el de las grandes culturas donde hay una cultura infinitamente detallada, y la última que
mitifica la historia y exalta hazañas de los guerreros. Más debemos recordar
que los objetos elaborados pierden sentido fuera de su contexto ritual y
cultural. Aun en los objetos de uso diario tienen símbolo, fuerzas mágicas o dioses
que tienen un significado simbólico.
Los
objetos producidos en las sociedades tradicionales son lo opuesto en cuanto a
sentido y función a las obras de arte moderno cuyo principal fin es estético y pueden ser vistas y entendidas
independientemente de su proceso de producción, lugar donde se presenten y el culto que profese quien las vea..
Aunque
muchos artistas modernos traten de mitificar su trabajo lo único que hacen es
abrir la brecha entre lo religioso y lo profano, ya que nunca existirá ese
nivel de inocencia en cuanto a la experiencia religiosa que se vivía.
Este
estilo lo perdió el hombre a partir del segundo y tercer siglo después de
Cristo con la tendencia al pensamiento racional que derrumbo la influencia
diaria de los mitos. Más en la edad
media las obras de arte se dirigieron de nueva cuenta a lo sagrado. En el
Renacimiento el florecimiento de la cultura grecolatina establece las
condiciones para que el arte se centre en la función estética separado del
ámbito del significado y el religioso. La modernidad se centra en el antropocentrismo,
que pone al hombre en la cima de la creación como la manifestación máxima de la
naturaleza.
En el Renacimiento y el Barroco el arte
religioso sigue teniendo importancia, pero
en este momento se forja la condición profana del arte. Este cambio
sucedió con la transformación de la civilización occidental tradicional en una
moderna en el siglo XIV. Pero es hasta el siglo XVIII que se dan los temas de
carácter profano como la naturaleza muerta y paisajes.
El hombre ya es concebido como un ser autónomo
que actúa de acuerdo a sus fines, este concepto permite liberar al hombre de su
dependencia con Dios. En el medieval el pintor vivió en el anonimato y estuvo sometido a formas de organización
colectiva y a preceptos religiosos que definían la iconicidad y la estética en
la técnica. En el Renacimiento se dan a conocer las condiciones que favorecen
la expresión individual y la libertad creativa.
En el Renacimiento las pinturas dejaban
de pertenecer al ámbito religioso para convertirse en temas específicamente
artísticos, se fueron de lo sagrado y se incorporaron al arte profano, aunque
en ellas se representaran temas devotos. El hombre siguió su marcha hacia la
racionalidad y ya no dio marcha atrás.
BIBLIOGRAFIA
Amador
Bech, Julio, El significado de la obra de arte, Conceptos básicos para la
interpretación de las artes visuales. México, Universidad Nacional Autónoma de México,
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Plaza de Valdés.
Cazeneuve,
Jean, Sociología del rito, Buenos Aires, Amorrortu Editores, 1972.
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