REVOLUCION INDUSTRIAL

PROLOGO

 

La vida económica humana empezó su evolución lentamente desde la prehistoria hasta el siglo XVIII D.C., cuando se presentaron cambios importantes que alteraron el ritmo histórico con transformaciones económicas, sociales, intelectuales, culturales y demográficas.  Toda esta ruptura fue desencadenada por el cambio en la actividad industrial, por lo que se designo como  “Revolución Industrial”.

 

Por ello se le llama  Revolución Industrial al cambio que se produce en la Historia Moderna   de Europa y que desencadena el paso de una economía agraria artesanal a otra denominada industrial y mecanizada para fabricar bienes a gran escala. Este término fue acuñado por el historiador Arnorld J. Toynbee para referirse al desarrollo económico entre 1760 y 1840 en Inglaterra.  Aunque muchos autores clasifican a este término como ambiguo para el crecimiento económico y tecnológico que tuvo la sociedad en ese siglo.  

 

Todos estos cambios surgidos en Inglaterra en el siglo XVIII se expandieron en Europa Continental de forma desigual y transformaron el espacio y la vida del hombre occidental y sus relaciones con el mundo. En este proceso las innovaciones tecnológicas disponen de alguna fuente de energía compacta, de gran potencia, lo que supone un abaratamiento de los costos respecto a las técnicas tradicionales y así aprovechar a gran escala las características de la producción en masa.

 

A grandes rasgos los cambios de la revolución industrial se pueden clasificar en tecnológicos, socioeconómicos y culturales. Los primeros incluyen el uso de nuevas fuentes de energía como la fuerza hidráulica y el carbón.  Entre los inventos están la máquina de hilar y tejer, con lo que se incremento la producción con un mínimo gasto de energía humana; utilización del coque en la fundición del hierro; la invención de la máquina de vapor; nuevas técnicas en la construcción de caminos y canales, así como el comienzo de los ferrocarriles.

 

Las nuevas maquinarias trajeron nuevas formas de organización del trabajo así como la división de éste y una mayor especialización de la mano de obra. Además de una creciente interacción entre la industria y la ciencia para realizar nuevas mejoras. A su vez trajo un incremento del uso de recursos naturales y la producción en masa de bienes manufacturados.

 

Por otro lado, la revolución agrícola se generalizara por importantes innovaciones: aparición de nueva maquinaria como la maquina sembradora, el arado de hierro y las primeras trilladoras. Al mismo tiempo surgió la agricultura científica con nuevas rotaciones de cultivos que permitían eliminar el barbecho, nuevas especies de plantas y el uso de fertilizante.

 

 

 

 

 Al mismo tiempo la ganadería realizo mejoras con la cría selectiva, es decir, el interés en crear razas productoras de carne y leche, así como la cerrar las propiedades para concentrarlas. Todo ello hizo que la obra rural tuviera un declive mientras la mano de obra industrial crecía.  

 

Por consiguiente fuera del ámbito industrial se produjeron grandes cambios sociales, hubo una expansión de la población europea que se concentro en las áreas urbanas y un declive de la tierra como principal fuente de riqueza, pero las mejoras en la agricultura hicieron posible el suministro de alimentos para la creciente población humana.

 

Todos estos cambios sociales y culturales trajeron consigo cambios político-económicos, una creciente expansión del proletariado con sus movimientos de protesta. Las condiciones de vida de los obreros en enormes suburbios superpoblados; trabajos en fabricas sucias, húmedas, oscuras, poco ventiladas y ruidosas, así como una nula preocupación de los patrones por las condiciones de los empleados, quienes trabajaban entre doce a catorce horas diarias trabajando, incluyendo los sábados en jornada completa y domingos hasta medio día, así como el trabajo de mujeres y niños de muy corta edad, los cuales recibían salarios dos o tres veces inferiores a los de los hombres.

 

Del mismo modo, toda esta desprotección frente a estos abusos los empujo a organizarse en agrupaciones y protegerse y es hasta finales del siglo XVIII cuando nacieron en Inglaterra las primeras asociaciones de trabajadores, llamadas “Sociedades de ayuda mutua”, para conseguir mejoras laborales y salariales. Pero los patrones reprimieron todas las organizaciones y se convirtieron en ilegales y tuvieron que ejercer su actividad clandestinamente hasta 1824.

 

Es hasta esta año que las leyes británicas autorizan el asociacionismo obrero y aparecieron las llamadas Trade Unions en las que, en principio se unían los trabajadores con un mismo oficio en una localidad. Los Trade Unions, aunque tolerados, no se constituyeron legalmente hasta 1871.

 

Durante las siguientes décadas no dejó de aumentar su número y el de sus afiliados. A finales de siglo sumaban más de 2 millones.  En el resto de Europa los sindicatos adquirieron importancia a lo largo del último tercio del siglo XIX

 

 

 

 

ANTECEDENTES

 

Para 1800 la tierra seguía siendo como lo era siete mil años antes, un planeta de campesinos pobres. No era tan solo que la distribución social fuera injusta sino que cualquier pequeño avance que facilitara buenas cosechas, desencadenaba invariablemente una crisis alimentaria, ya que cuando las buenas cosechas se sucedían, los controles demográficos se relajaban. Al tener más niños, mejor alimentados, vivían más tiempo, se casaban antes, era mayor su descendencia y entonces había más bocas que alimentar, por lo que se necesitaban cosechas más abundantes se sobreexplotaba la tierra lo que impedía la recuperación o a extender los cultivos a bosques o pastizales. Esto  hacía que la producción hasta cierto tiempo declinaba. Se extendía el hambre, las personas se debilitaban y se convertían en presa fácil de enfermedad y muerte.

 

Hasta la industrialización la mayor parte de la población vivía en el campo y su vida dependía directa o indirectamente del trabajo de la tierra. Campesinos y artesanos vivían y producían junto a sus familias. La familia era una unidad de consumo y también de fabricación: se autoabastecían de lo necesario para existir. En general no se producía para un mercado y por lo tanto no había mayores requerimientos en mejorar la calidad o la cantidad de los productos.

 

Las necesidades básicas de una familia eran cubiertas con la agricultura y la artesanía, aunque solamente se satisfacían las necesidades elementales. Se trabajaba con la luz diurna aprovechando la jornada desde la salida hasta la puesta del sol, por lo que la jornada podía ser larga pero a un ritmo lento y con descanso. Una mayor parte de las tierras eran comunes, las utilizaban los campesinos para tener cabezas de ganado o había bosques para extraer leña.

 

Al mismo tiempo la producción agrícola dependía de las condiciones naturales como el clima, las lluvias, así como un sistema de rotación trienal, las tierras se dividían en tres partes y se rotaban los cultivos, dejando una sin cultivar para que se recuperara. Además casi no se comía carne ya que al llegar el invierno los animales se mataban porque no se podían alimentar en esa estación. 

 

Los campesinos compartían con su familia y sus animales domésticos pequeñas cabañas, comían en círculo en torno al hogar tomando los alimentos con sus manos de la olla donde eran cocinados  y lo habitual era contar con una sola  muda de ropa la cual rara vez se lavaba, tornándose en hogar de piojos y pulgas que torturaban a sus propietarios.

 

Por otro lado, los bienes de producción (herramientas, útiles de trabajo, talleres, animales de tiro, etc) eran bienes de la familia, pertenecían al propio trabajador que los usaba. Esos útiles de trabajo y los métodos de producción, se hacían en base a la tradición y se demoraba mucho en innovar.

 

Sin embargo Inglaterra era el país más preparado para llevar a cabo la transformación de un país artesanal a la gran producción en fábricas, ya que contaba con un marco político favorable, es decir fue en este país donde se iniciaron innovaciones económicas que propiciaron la revolución industrial. Desde el siglo XVI el rey desamortizo lo bienes de la iglesia, contando desde finales del siglo XVII con una monarquía parlamentaria, frente al absolutismo del resto de los países europeos.

 

 

En este parlamento estaban representadas la nobleza, la Iglesia, y la burguesía con un gran peso económico y político.  Es decir, a diferencia de los otros países la burguesía está dentro del poder y unida en los intereses económicos a la nobleza, quienes no dejaban de aprobar leyes que favorecieran el desarrollo y las iniciativas económicas.

 

Por otro lado en el campo se produjeron transformaciones que influirían en la industria como una abundancia de capitales, una gran disponibilidad de materias primas de sus colonias, una liberación de mano de obra que pasaría al sector industrial,  así como una gran mentalidad capitalista que no existía en otros países de Europa. [1]

 

Igualmente el parlamento puso en vigor leyes para cercar las tierras y quitar la explotación comunitaria, estas Enclosures Acts[2], propicio la concentración de propiedades, los campesinos de escasos recursos no tuvieron mayor remedio que venderlas a los nobles y burgueses, así como las tierras comunales fueron adquiridos por estos mismos. El primer cambio va a ser la eliminación de las tierras comunes y el cercamiento de las propiedades.

 

Hasta cierto punto, los propietarios aseguraron su derecho de propiedad estableciendo los límites y colocando una cerca. El motivo por el cual fue la búsqueda del máximo de ganancia con su uso, ya fuera a través del cultivo o de la cría de ovejas para obtener lana para hacer tejidos. El cerco permitía separar las tierras dedicadas al cultivo de las tierras con animales e impedía que estos invadieran y destrozaran los plantíos. Pero además la cerca aseguraba el derecho de propiedad. Los propietarios con espíritu capitalista desconocieron la costumbre, que a esta altura era un derecho de los campesinos pobres de usar los campos comunales. Cercaron también estos los campesinos se quedaron sin lo poco que tenían para sobrevivir.

 

Los campesinos desposeídos tuvieron de desplazarse a las ciudades en busca de sustento o a convertirse en jornaleros. Con ello la actividad agrícola dejó de ser un bien heredado y destinado a la subsistencia para convertirse en una empresa regida por las leyes del mercado, orientada al logro de beneficios y ejercida por asalariados[3].

 

Al concentrarse las tierras la nobleza y la burguesía las explotaron suprimiendo la rotación trienal y el barbecho. Así se pasó al sistema de rotación cuatrienal en el que los cultivos se seguían rotando plantando alternativamente trigo, cebada, nabos y trébol. Estos dos últimos no quitaban al suelo y por el contrario lo beneficiaban.  Además los dos últimos se usaban para alimentar el ganado aumentando la cantidad de animales y como consecuencia mayor cantidad de abono obtenido del estiércol animal. De esta forma agricultura y ganadería se complementaban y permitieron disponer de mayor cantidad de alimentos, mejorando la calidad de vida y provocando un descenso de la mortalidad.

 

Al mismo tiempo se le aplicaron innovaciones técnicas como el arado de Rotherhan, cosechadoras, trilladoras, aventadoras, selección de semillas con mayores rendimientos y el uso de abonos y fertilizantes. Al ganado ya no se le permitió pastar libremente si no se le fijaba en el establo donde ganaría más peso al no moverse, así como una selección de razas para una finalidad: o carne o leche.

 

El progreso tecnológico logro que el hombre por fin cambiara de forma radical su relación con la naturaleza sometiéndola a su dominio. La inversión altero los procesos productivos del conjunto de las actividades económicas, desde la agricultura, hasta el transporte, desde la minería a la construcción. Ello genero género bienes de consumo puestos a disposición a la mayoría de la población. Ya no había escases de alimentos ya que la producción aumentaría casi en un 90%, lo que hizo que la población crezca exponencialmente y los dueños de las explotaciones capital sobrante que se destinaria a la financiación de la mecanización de la industria.

 

Sin embargo desde el punto de vista social la revolución agrícola representó la pérdida de la comunidad aldeana medieval. La agricultura dejo de ser una actividad colectiva para convertirse en una explotación capitalista de la tierra.

 

Por lo tanto, todos estos cambios económicos trajeron consigo transformaciones importantes en la sociedad, y en su organización política. La mecanización de la actividad agraria y la concentración de población en las zonas industriales generaron enormes oleadas migratorias que despoblaron las aldeas y dispararon la población a las ciudades. La mujer añadió a su papel tradicional de esposa y madre una actividad laboral.

 

Las viviendas cambiaron de albergar grandes familias con parentesco en diferente grado a construcciones de altura habitadas por familias sin parentesco alguno entre ellas. La revolución industrial surge con la nueva industria, y las dos típicas de ese siglo son la textil algodonero y la siderurgia que poco a poco robaran clientes a los talleres artesanales, mediante la producción de grandes series a menores precios.

 

Inglaterra se convirtió en el taller del mundo y el mundo se transformaba al ritmo que marcaban las necesidades de la industria inglesa. La economía se dividió en dos grupos, los países que imitaban a Gran Bretaña o los que seguían su propio camino.

 

REVOLUCION DE LOS TRANSPORTES Y LAS COMUNICACIONES

 

Otro gran punto importante fue la revolución de los trasportes y las comunicaciones, es decir la conexión entre los mercados y los centros productores, así como entre el envió de materias primas a los centros de producción. Desde mediados del siglo SVIII el Gobierno favoreció la creación de una red de carreteras, que a pesar que eran promovidas por la industria privada cobrando un peaje por utilizarlas, los ingleses contaban con un asfaltado.

 

Al mismo tiempo, se destaco el desarrollo de la red fluvial, ya que la abundancia de ríos y precipitaciones favoreció la construcción de canales navegables, para barcos grandes, así se pudo disponer de un medio de transporte

 

barato. Igualmente los puertos ingleses adquirieron gran desarrollo al ser los centros de recepción y exportación de productos, manteniendo un comercio superior al de cualquier país de Europa.

 

Con la llegada de la máquina de vapor a la navegación se desarrollo la marina mercante, con barcos cada vez más grandes y de mayor tonelaje. Por primera vez un barco no dependía de sus velas y podía navegar incluso contra corriente. Todo esto interconecto la infraestructura inglesa en beneficio de la economía.

 

Pero el comercio se vería totalmente revolucionado con la aparición del ferrocarril en 1825, el cual consistía en una máquina de vapor a una vagoneta sobre rieles de hierro. Con esta red de transportes el mercado nacional se integraba, cambiando totalmente el panorama económico del país.

 

A partir de esto, la industrialización marcó la diferencia entre los países desarrollados y los no desarrollados, ya que los primeros son los que tuvieron un desarrollo de sus industrias que los impulso a la conquista de nuevos territorios coloniales, para extraer materias primas y vender sus productos.

 

 

LA REVOLUCIÓN DEMOGRAFICA

 

Hasta el siglo XVIII la natalidad era alta pero  la mortalidad también. La mayoría de las familias tenían un promedio de seis hijos de los cuales la mitad moría antes de los quince años. Esta alta mortalidad se debía a las enfermedades no controladas que se convertían en epidemias como la difteria, la escarlatina, la tos ferina, la peste bubonica[4], aunado a la falta de higiene y mala alimentación de la población.  Los períodos de hambre que seguían a las malas cosechas también provocaban la muerte o dejaban sin defensas al organismo y una leve enfermedad podía ser mortal.

 

Con las mejoras que supuso la Revolución Industrial a partir del siglo XVIII se observa un crecimiento de la población europea. En las primeras décadas de ese siglo el número de nacimientos creció debido, entre otras cosas a que la disminución del aprendizaje del trabajo artesanal favoreció los matrimonios a edad más temprana. Pero luego de 1740 la tasa de natalidad se estancó. Por lo tanto lo que hizo que aumentara la población fue el descenso de la mortalidad.

Esta disminución se vio favorecida por varios factores, uno el que al alimentar al ganado durante el invierno y con los nuevos cultivos  facilito el consumo de carne durante todo el año. Además de mejorar la calidad de las cosechas, por lo que se mejoraron las condiciones alimenticias y la resistencia a las enfermedades.

 

También se dieron mejoras en la limpieza personal con el uso del jabón y la ropa interior de algodón que permitió el uso y cambio de ropa de forma más asidua. Por otro lado las viviendas mejoraron con el uso de ladrillos o piedra en lugar de madera y paja, por lo que disminuyeron la cantidad de roedores, bichos e insectos que cohabitaban con los humanos.

En las ciudades se pavimentaron las calles, se les doto de alcantarillado y de agua corriente [5]y se quemaba la basura, además de darles entierro a los muertos, ubicando los cementerios afuera de la ciudad y no en el centro junto a las iglesias.



Por otro lado hubo mejoras en la medicina y en la cirugía, que en conjunto con todos estos factores prolongaron la vida de las personas y permitieron que más niños llegaran a la edad adulta, aumentando los matrimonios y consecuentemente el número de hijos. Es decir, en Londres a mediados del siglo XVIII moría uno de cada quince niños recién nacidos, a finales de ese siglo, la cifra era de un de cada ciento quince nacidos.

 

Pero al aumentar la población había más bocas que alimentar y más mano de obra disponible y más barata. Por lo tanto hubo un aumento en el consumo, una mayor demanda de productos que estimulo el aumento de la producción. Por eso fue necesario mejorar las técnicas de trabajo, inventar máquinas, aumentar las horas de trabajo del obrero para satisfacer esa demanda.



 

LA REVOLUCION CIENTIFICA

 

En el siglo XVIII continuó la revolución científica que se había iniciado en el siglo XVI y se había desarrollado en el XVII. Los hombres de ciencia rechazaban las verdades aceptadas hasta el momento por la vía de la autoridad (afirmar que algo es cierto porque determinada persona importante o influyente así lo había dicho) y buscaba una explicación racional al mundo.

Desde los comienzos de la Época Moderna se venía utilizando y perfeccionando el método científico de investigación basado en la observación y experimentación. Se empezó a concebir a la tierra dentro de un universo en el cual ocurren continuos cambios; esos cambios se regían por leyes inmutables que podían ser descubiertas por el hombre y explicadas a través del lenguaje matemático. Los intelectuales de la época, tal vez influidos por los comerciantes y banqueros, para quienes era necesario el orden y la precisión en los cálculos, desarrollaron el gusto por la medición y por buscar leyes matemáticas que se aplicaran a todos los fenómenos de la naturaleza. Los progresos técnicos permitieron auxiliarse de instrumentos que facilitaban la visión y medición: telescopio, microscopio, barómetro, termómetro y relojes.

  

En el siglo XVIII los intelectuales, entusiasmados por los descubrimientos alcanzados hasta ese momento, tenían una fe total en el progreso del conocimiento y en la ciencia. El interés cada vez mayor en el conocimiento provoca la divulgación a través de publicaciones. Se instalan laboratorios equipados con instrumentos cada vez más precisos y se desarrollan las academias y sociedades científicas, se instalan museos y jardines botánicos. Se organizan expediciones científicas para recorrer lugares lejanos y exóticos. 

Esos conocimientos, a diferencia de lo que había pasado en otras épocas históricas, no quedaron sólo en formulaciones teóricas, sino que se aplicaron a cuestiones prácticas y cotidianas. De ésta manera el conocimiento científico se aplicó a resolver problemas que tenían los técnicos y mecánicos: por ejemplo el estudio de los gases permitió construir la máquina de vapor.

 

 

 

CAUSAS DE LA REVOLUCION INDUSTRIAL

A) Disponibilidad de capitales, derivados en su mayoría de la expansión comercial que se venía produciendo desde dos siglos atrás. El comercio había dejado de ser un simple intercambio local o regional y comenzó a realizarse a escala mundial; durante el siglo XVIII grandes cantidades de dinero se habían acumulado en Europa, acrecentadas por la especulación con oro y plata. La abundancia de dinero que no era invertido por los capitalistas creaba un exceso en su oferta, bajando el interés que en algunos casos llegó al 3%. Esto favorecía a quienes tenían ideas para invertir y obtener ganancias pero no suficiente dinero para llevarlas a cabo. Los bancos se multiplicaron y comenzó la emisión de billetes bancarios y la utilización de cheques. No fueron los grandes financistas los primeros en invertir en las industrias sino individuos de recursos modestos.

Al principio los capitales se volcaron en las industrias domésticas, en la que el artesano era propietario de la materia prima y los instrumentos de trabajo y trabajaba en su domicilio ayudado por su familia. Luego una persona con dinero compraba la materia prima y los instrumentos de trabajo, arrendaba un edificio y contrataba artesanos para que fueran a trabajar para él. Finalmente cuando se crean maquinas y se produce en gran escala va a ser necesaria la presencia de grandes capitales que en la segunda mitad del siglo XIX darán origen a las sociedades anónimas.

B) Aumento de la demanda, provocada por el crecimiento de la población y la intensificación de las relaciones comerciales a nivel mundial. La explosión demográfica ya analizada generó un mercado de consumo dentro de Europa que estimuló a la producción: había más gente compraba alimentos, ropa, muebles, etc. Las relaciones comerciales con otros continentes permitieron ubicar productos en ellos vendiéndolos a las poblaciones locales. La independencia de las colonias españolas en América permitió abastecer a una enorme población que hasta el momento estaba obligada a comprarle sólo a España (monopolio comercial). Como en la América colonial no se había desarrollado ningún tipo de industria, se convirtió en una gran compradora de productos europeos y abastecedora de materia prima.

C) Capacidad técnica, sobretodo de parte de artesanos ingeniosos, ya que los primeros inventos no exigieron grandes conocimientos teóricos ni la intervención de científicos. Los avances en maquinarias e instrumentos se debieron a necesidades nacidas en el taller; esta capacidad técnica se gestó en un largo proceso de ensayos, búsquedas y progresivos perfeccionamientos.

 

¿Por qué la industrialización empezó en Inglaterra? Hubo varias razones para que ocurriera así:

a) Existían capitales acumulados por el comercio y el trafico de esclavos. Poseía colonias que le suministraban materias primas valiosas como el algodón y a las que se enviaba los productos elaborados. Los capitalistas ingleses estaban dispuestos a invertir dando oportunidad a quienes tenían emprendimientos empresariales. En 1797 en Londres había ya sesenta y nueve bancos.

b) Los impuestos eran menores que en otros países, ya que los ponía el Parlamento y en él estaban representados los hombres de negocios.

c) La existencia de hulla (carbón de piedra) y hierro en su territorio le permitía contar con dos materias básicas, una como combustible y la otra para fabricar herramientas, útiles, máquinas, rieles, etc. También tenía abundantes corrientes de agua que eran usadas para trasladar mercadería y materia prima y también para proporcionar energía hidráulica.

d) La mano de obra era abundante. El cercamiento de los campos y la desaparición de las tierras comunales había provocado emigración de mano de obra hacia las ciudades. Además, los agricultores ya estaban habituados a las tareas artesanales.

e) El régimen parlamentario asegurado luego de la revolución de 1688 y la burguesía desempeñaba un papel importante en él. Hasta la aristocracia rural se mostraba innovadora: se interesaba en las transformaciones de la agricultura y la ganadería e invertía en todo tipo de empresas.

f) La Revolución Francesa y las guerras napoleónicas favorecieron a Inglaterra que, protegida por su insularidad, pudo continuar produciendo mientras los otros países europeos se debilitaban con sus guerras. Además aprovechó que los estados de Europa estaban concentrados en sus guerras europeas, para intensificar sus relaciones con América.

  

 

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[1] Luis E, Iñigo Fernández, Breve historia de la Revolución Industrial,  Ediciones Nowtilus, 2012, pag. 32

 

[2] Establecían "la división, el reparto y el cercamiento de los campos, praderas abiertas y comunes y de las tierras baldías y comunes" situadas en cada demarcación territorial de Inglaterra.

[3] http://www.claseshistoria.com/revolucionindustrial/revolucionagricolaenclosures.htm

[4] La Peste italiana fue una serie de brotes de peste bubónica que cobró la vida de aproximadamente 280.000 personas, en las ciudades de Lombardía y el Veneto.

[5] Entre los años 1775 y 1800, se patenta en Londres el sistema del WC, y se dan cuenta que las malas condiciones sanitarias traían enfermedades, por lo cual empiezan a surgir las primeras leyes, y estudios sobre la implementación de alcantarillados y sistemas de excusados en hogares y hoteles.