CAPACIDADES FUNDAMENTALES DE UN BUEN DIRECTIVO
Las CAPACIDADES FUNDAMENTALES DE UN BUEN DIRECTIVO son:
— CAPACIDAD ESTRATÉGICA, para elegir los objetivos a largo plazo más adecuados, y hacerlo en el momento oportuno, anticipándose a los competidores y aprovechando al máximo las oportunidades existentes.
— CAPACIDAD EJECUTIVA, esto es, decisión y habilidad suficientes para llevar a la práctica sus
ideas, organizando a quienes trabajan con él para aprovechar al máximo su talento.
— CAPACIDAD DE LIDERAZGO, para conseguir que quienes trabajen con él se identifiquen plenamente con sus proyectos, lo que redundará en un mayor rendimiento de todos.
Los ESTILOS DE DIRECCIÓN son los diferentes modos de actuar que puede adoptar la dirección de una empresa. Por la forma de reaccionar frente a las novedades, podemos destacar los siguientes:
— ESTILO CONSERVADOR: las reacciones frente a las novedades que surgen son muy limitadas, y
se adoptan únicamente decisiones que supongan un riesgo muy reducido y hayan demostrado
su éxito en ocasiones anteriores.
— ESTILO REACTIVO: se reacciona de forma significativa ante las novedades que van surgiendo,
aunque siempre con cautela y a remolque de otras empresas más innovadoras.
— ESTILO PROACTIVO: se intenta anticipar a las novedades, lo que le hace asumir más riesgos
pero también obtener, en caso de éxito, mayores rendimientos.
— ESTILO INTERACTIVO: no sólo se intenta anticipar a las novedades, sino que además emprende
acciones que precipiten su acontecimiento. Es el estilo más arriesgado, pero también el que,
en caso de éxito, genera mayores rentabilidades.
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