Comportamiento asertivo y conductuales en la comunicación

Comportamiento asertivo y conductuales en la comunicación

Según Vicente E. Carballo (1986), la conducta socialmente hábil aceptada, es decir que implique un crecimiento y desarrollo,  son un conjunto de conductas en un contexto interpersonal que refieren a la capacidad social para expresar lo que piensa,  sentimientos, actitudes, deseos, opiniones de un modo adecuado a la situación, al mismo tiempo se deben de respetar esas conductas en los demás, esto generará que se resuelvan los problemas inmediatos de la situación evitando que aparezcan más inconvenientes. 
Para el autor la conducta asertiva constituye un estilo de comportamiento que permite al individuo adaptarse al ambiente y obtener recompensas. Aunque no hay una manera única de comportamiento, ya que las acciones pueden variar dependiendo del contexto y de  un individuo a otro, o la misma persona actuar diferente y ser consideradas asertivas. 
Las conductas asertivas están determinadas por el comportamiento, por una variable subjetiva y otra situacional. Para que una persona tenga la capacidad social de la asertividad se necesitan buenas estrategias interpersonales, es aquella que le permite a la persona expresar adecuadamente oposición, desacuerdo, defender, hacer y recibir critica respetando el derecho de los otros e intentando alcanzar la meta propuesta. 
La asertividad permite establecer relaciones gratificantes y satisfactorias tanto con uno mismo con los demás, potenciando así las relaciones intra e interpersonales. Si la consideramos una habilidad, esta puede aprenderse y potenciarse, constituyéndose como uno de los posibles estilos de relación que la persona puede emplear en sus interacciones con los demás. 
Los componentes verbales como el volumen de la voz, entonación, fluidez verbal, es decir, lo que influye en el habla del individuo se complementa con la expresión facial, la mirada, postura y han sido estudiados para mejorar el impacto de los mensajes. Si queremos ser asertivos, se deben de tomar en cuenta los indicadores verbales y no verbales sin pecar en exceso de su uso.  Entre muchos de ellos están: mirar a los ojos, el volumen de la voz, la entonación, la postura, etc. 

Una experiencia personal donde me faltó asertividad, fue cuando el año pasadobuscaba trabajo después de mucho no pedir uno. Pienso que mis componentes verbales y no verbales no eran asertivos (si no hubiera conseguido el puesto), ya que me sentía muy ansiosa, nerviosa y “fea” (se oye feo pero es cierto), ya que aumente de peso en mi embarazo y eso mino mi autoestima, creo que todos esos factores influyeron en no obtenerlo. Mi tono de voz era muy bajo, no me sentaba tan derecha, quizás mis gestos estaban tiesos. En eso me preguntaron sobre que iba a hacer con mi hija, y hable de la guardería, pero siento que en un tono triste, todas estas razones considero no ayudaron en mi búsqueda de trabajo. 
Tropecé en Google con muy buenos libros de Vicente Caballo, que en un futuro, además de ésta materia, me serán de gran ayuda para conseguir mis objetivos. A lo que pude leer, es muy extenso el tema. 
No pensaba  que las conductas asertivas son parte elemental del desarrollo personal de los seres humanos, que tienen una parte fundamental de la cognición o constitución del yo e influyen en nuestra vida diaria y nuestras relaciones, intra e interpersonales.  
A nivel familiar creo que ayudan a comunicarse mejor con la pareja e hijos. A veces uno no pelea por no generar cognatos o que muchas veces tenemos conductas sumisas, diciendo: “no crees que…”, “realmente no es importante”.  Estos elementos verbales gritan la sumisión que existe hacia la pareja. 
Igualmente creo que es importante poder entablar conversaciones con los hijos, llegar a acuerdos hablando de nuestros sentimientos, lo que pensamos y queremos, ya que muchas veces como padres, solamente demandamos sin saber hacerlo, el “porque lo digo yo”, a la larga crea conflicto y destruye el lazo familiar. 





Bibliografía

Caballo E. Vicente, Lega I. Leonor, Ellis Albert, Teoría y práctica de la terapia racional emotivo-conductual. Editor Siglo XXI de España, 2da Edición, España 2002. 156 paginas.

Caballo E. VicenteManual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos: Trastornos por ansiedad, sexuales, afectivos y psicóticos, Volumen 1,  Editor  Siglo XXI, 2da  edición ilustrada, España 2002,         748 páginas. 

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