Relación entre el Estado mexicano y los medios de comunicación durante los años cuarenta y los cincuenta del siglo XX
Normativamente la cinematografía tomo forma sólida en el sexenio de Lázaro Cárdenas (1934-1940) donde se le dio un carácter federal a la industria y con Ávila Camacho se continuo la ruta donde se le distingue además de sus valores culturales un producto para explotación comercial. Aunque el termino censura no funcionaba en el reglamento como tal, la función de la autoridad se dieron en el reglamento como autorizaciones, y estas como en varios países se calificaban de autoritarias pero es algo que fue muy marcado en esa época por el estallido de la Segunda Guerra Mundial y los regímenes fascistas que tenían gran vigor.
Fueron tiempos de mucha censura ya que se quita la libertad de expresión al facultarle al estado el negar la autorización para la exhibición de películas que resultaran ofensivas para el país, ya que no se especificaba que era exactamente los temas, escenas o argumentos que se considerarán ofensivos, y como los tres niveles de gobierno de nuestro país estaban casi en su totalidad en el Partido de la Revolución Mexicana propiciaba la censura de cualquier cosa que hiciera una crítica a este régimen, así como la posición de México en la Segunda Guerra mundial ya que no se permitían críticas ha esta posición. Al entrar Miguel Alemán la estructura del sector cinematográfico se comienza a caer ya que al fin de la guerra, los EEUU al dejar de verse obligado a canalizar recursos a México retomó su cinematografía y la industria fílmica dejo de recibir financiamientos de origen estadounidense. Los trabajadores se dividieron en dos sindicatos y se sufría del control monopólico de William Jenkins, quien ejercía una influencia en la temática de las películas ya que al ser dueño de las salas exigía que exhibieran cintas que garantizaran dinero en sus salas. Los trabajadores se quejaban de la escasa exhibición de películas mexicanas en el DF y ya con Miguel Alemán se buscaron leyes para salvaguardar el cine nacional. Las televisoras solamente podían transmitir películas aptas para todo público y se normó a la televisión en materia de cine, aunque solamente se habían otorgado para 1952 3 concesiones.
Aunque leyendo la normatividad que rigió durante 40 años y viendo la situación real, se puede ver que fue letra muerta en muchos casos, ya que por los intereses económicos especialmente de la cinematografía norteamericana que se impusieron sobre los intentos de salvar esta industria. Como ejemplo tenemos un amparo que busco un grupo de empresarios contra la fracción que establecía 59% a las películas mexicanas, consiguiéndolo. Existía un monopolio en las salas de exhibición, algunos que además de exhibidores hacían producciones como Adolfo Lagos, quien inclusive boicoteo a José Revueltas para que no trabajara como productor de películas y no trabajara en los medios impresos, esto fue porque Revueltas trabajaba en el organismo que impulsó la reforma legal para la reserva del tiempo en pantalla para las películas mexicanas. Fue así como hasta la fecha el mercado norteamericano ha inundado de películas “gringas” las salas de nuestro país hasta nuestras fechas.
Nuestras películas al carecer de foros para exhibirse fueron enlatadas, los productores no podían recuperar su inversión, afectando así a trabajadores de cine, la calidad de las películas, aunque la ley promulgada tuvo la intensión de salvaguardar nuestra cinematografía la practica fue otra. Eso en todos los ámbitos aunque se hicieran leyes el poder económico podía más y nunca eran cumplidas.
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